sábado, 18 de octubre de 2008

...


Parece obvio, y sin embargo, nadie se acostumbra. Cuando los gatos se van, todos se preguntan... adonde?... por qué? Pero los gatos se van, igual, por los tejados, no dan explicaciones ni dejan paraderos. Se sienten impunes y desamparados, nunca están enteros.
Salen a buscar su luna en los tejados,
salen a hacer el amor enamorados.
Salen porque sí, porque es de noche,
tabacos besos y a dormir a otro lado.

Luna roja y nada
como las manos prestadas de los amados
para hacerse de nuevo



...