miércoles, 8 de abril de 2009

No me he considerado nunca un escéptico. Yo creo, creo fervientemente en todo lo que creo. Considero que mi creencia es absoluta. Creo absolutamente en lo que me apasiona, en las cosas que leo, que veo, que oigo y me conmueven.
Lo que ocurre simplemente es que esto no implica que lo que crea sea verdadero. Creo absolutamente, pero no creo que lo que creo sea verdad. La creencia no implica la verdad. Tal vez he ahí la diferencia entre una pasión y un dogma.

5 comentarios:

.M dijo...

.


Amén.-

.

y qué suerte que
ha llegado tu
regreso.

.

mlt dijo...

que sí, que lumismo siento.

Más siento que lo extraño.
Mucho.
Rulos, felino.
Quiero saber de ud!
.-
Un regalo envuelto en hojitas le envío, pues le pertenecen a ud estas palabras cuando las leo:

"Sobre este jardín doble se redondea tu tapa.
Tienes la densidad de la rosa que se hará".
---- René Char ----

es un alegror leerlo nuevamente.
beso. y beso.

elba dijo...

que viva la pasion carajo!!! me uno a su club, partido, religion desde hace tantas lunas ya.... ylo beso en la frente muchas veces por que lo que si no creo que haya bicho que pueda contra este encuentro.
je.
bsos lo extraño michifuz

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog.
La verdad es como la electricidad. No la ves y a veces no la comprendes. pero te salva o te mata.
La verdad es poderosa e invisible

Seres en fuga dijo...

Con lo que compongo, en lo que habito, en el encuentro, en la afección... Ni la verdad, ni una verdad... solo creer... en la creencia ese es el poder verbalizado,el devenir, la pasión...